Visualizacion Deportiva
La visualización
Imaginación y visualización
Nuestro cerebro funciona como un procesador de información, análogamente como lo hace un ordenador. Es decir, recibe una información (input), interpreta dicha información, la compara con la que ya posee, la operacionaliza y da una respuesta (output). Esto es lo que sucede en un entrenamiento normal, y así aprendemos. Pero la información recibida (input) puede tener varios orígenes; en primer lugar y lo más normal, es que recibamos los inputs a través de los sentidos. Pero también recibimos inputs procedentes del sistema nervioso autónomo, o sea de nuestro cuerpo interno (dolor de tripa, cansancio muscular, ganas de orinar, etc). Pero en este punto nos interesa mucho la información que recibimos del mismo cerebro, de los depósitos de memoria, que se activa en zona que se conoce como “buffer” donde se transforma dicha información a base de cálculos y se obtienen unos resultados (información que se halla en un estado de memoria activa). El cerebro operacionaliza esta información, proveniente de la memoria y que nosotros activamos voluntariamente, de la misma forma que la que proviene a través de sentidos o vías nerviosas periféricas. Y tras hallar un resultado, ponderarlo y procesarlo comparativamente, emite una respuesta, acorde con la intensidad del resultado obtenido.
Todo lo anterior viene a decir que mediante la imaginación podemos lograr resultados de aprendizaje muy buenos y útiles. Por lo tanto, hay situaciones en las que la imaginación puede sustituir al entrenamiento real como:
• Práctica de movimientos y rutinas
• Donde el entrenamiento real es difícil
• Imaginación sobre la consecución de metas
• Familiarización de situaciones en competición
Imaginación como sustitutivo en casos de:
1. Cansancio
2. Indisposición de equipamiento
3. Meteorología adversa
4. Lesiones
5. Falta de tiempo
6. Entrenamientos aburridos
7. Análisis de acontecimientos colaterales
8. Relajación (junto con feedback)
Esto nos supone una serie de ventajas que complementan al entrenamiento real:
• Sustituto del entrenamiento físico
• Simulación mental de los problemas
• Simulación del logro de metas
• Descomposición mental de los componentes de la ejecución
• Control de los componentes fisiológicos
• Práctica para la focalización de la atención
• Análisis detallado de técnicas complejas
• Determinación de los puntos de concentración críticos
• Comparación con la ejecución real para determinar fallos en la técnica
• Práctica de afrontamiento de acontecimientos psicológicos como la ansiedad, el estrés o la falta de concentración
• Anticipación del dolor o del cansancio
• Perfeccionamiento de estrategias
Pero imaginar en el sentido que aquí se expone no es tan fácil. Se deben involucrar la mayor cantidad posible de aspectos asociados a la realidad. Para ello es útil seguir los siguientes consejos:
Para conseguir una imagen realista debemos implicar a las vías nerviosas adecuadas.
1. Debemos implicar a todos los receptores sensoriales en la imaginación:
-AUDICIÓN: Ambiente, llamadas de compañeros o del entrenador, del equipamiento (motor, vela, pisadas, …)
-VISIÓN: Pista, diana, situación táctica, compañeros, flashes, …)
-OLFATO: Sudor, olor de la vestimenta, …
-TACTO: Textura del balón, de la ropa, …
-GUSTO: Lo que fuera pertinente según el deporte (agua)
-KINESIA: Sensación de movimiento, golpes, caídas, impactos, …
A la hora de imaginar tanto podemos escoger la perspectiva de primera persona, especialmente cuando se trate de notar sensaciones, como de tercera persona, como un espectador como, por ejemplo, al querer revisar algún movimiento técnico o situación en una cancha.
2. Comienzo de una práctica suave para incrementar la dificultad según se avance:
-Empezamos con 5 minutos diarios al acostarse o al levantarse
-En niveles de élite se practica durante unos 15 minutos diarios
-En situaciones de pre-competición hay deportistas que practican hasta una hora
3. Deben incrementarse paulatinamente situaciones estresantes en los episodios imaginativos.
4. Debemos conseguir una sistematización de la imaginación, de manera que ciertas características de contenido entren directamente en la escena sin demasiado esfuerzo.
Cuando un deportista domina la técnica de la imaginación, notará un incremento en su rendimiento, sobre todo a la hora de solventar problemas que aparecen durante la competición. Estos problemas ya habrán sido abordados imaginativamente y se les habrá dado una solución imaginativa, por lo que su aparición no deberá ser causa de sorpresa.
Así mismo se debe practicar (aunque no en todos los deportes es posible) imaginación que nos permita visualizar una anticipación de la ejecución. Así vemos como un saltador de altura va recorriendo la pista de salto con la vista mientras gesticula como si estuviera realizando la carrera del salto. Realiza lo que llamamos visualización, es decir, él se ve realizando el salto, de forma que en el salto real sólo tiene que repetir lo que ha visualizado. También los golfistas siguen imaginariamente el recorrido de la pelota con los ojos. Para ello se debe tener un buen dominio de las técnicas imaginativas para poder incorporar en la escena todos los elementos pertinentes. Es cuestión de práctica.
Jimmy moreno M. Actitud - Disciplina - Perseverancia
Imaginación y visualización
Nuestro cerebro funciona como un procesador de información, análogamente como lo hace un ordenador. Es decir, recibe una información (input), interpreta dicha información, la compara con la que ya posee, la operacionaliza y da una respuesta (output). Esto es lo que sucede en un entrenamiento normal, y así aprendemos. Pero la información recibida (input) puede tener varios orígenes; en primer lugar y lo más normal, es que recibamos los inputs a través de los sentidos. Pero también recibimos inputs procedentes del sistema nervioso autónomo, o sea de nuestro cuerpo interno (dolor de tripa, cansancio muscular, ganas de orinar, etc). Pero en este punto nos interesa mucho la información que recibimos del mismo cerebro, de los depósitos de memoria, que se activa en zona que se conoce como “buffer” donde se transforma dicha información a base de cálculos y se obtienen unos resultados (información que se halla en un estado de memoria activa). El cerebro operacionaliza esta información, proveniente de la memoria y que nosotros activamos voluntariamente, de la misma forma que la que proviene a través de sentidos o vías nerviosas periféricas. Y tras hallar un resultado, ponderarlo y procesarlo comparativamente, emite una respuesta, acorde con la intensidad del resultado obtenido.
Todo lo anterior viene a decir que mediante la imaginación podemos lograr resultados de aprendizaje muy buenos y útiles. Por lo tanto, hay situaciones en las que la imaginación puede sustituir al entrenamiento real como:
• Práctica de movimientos y rutinas
• Donde el entrenamiento real es difícil
• Imaginación sobre la consecución de metas
• Familiarización de situaciones en competición
Imaginación como sustitutivo en casos de:
1. Cansancio
2. Indisposición de equipamiento
3. Meteorología adversa
4. Lesiones
5. Falta de tiempo
6. Entrenamientos aburridos
7. Análisis de acontecimientos colaterales
8. Relajación (junto con feedback)
Esto nos supone una serie de ventajas que complementan al entrenamiento real:
• Sustituto del entrenamiento físico
• Simulación mental de los problemas
• Simulación del logro de metas
• Descomposición mental de los componentes de la ejecución
• Control de los componentes fisiológicos
• Práctica para la focalización de la atención
• Análisis detallado de técnicas complejas
• Determinación de los puntos de concentración críticos
• Comparación con la ejecución real para determinar fallos en la técnica
• Práctica de afrontamiento de acontecimientos psicológicos como la ansiedad, el estrés o la falta de concentración
• Anticipación del dolor o del cansancio
• Perfeccionamiento de estrategias
Pero imaginar en el sentido que aquí se expone no es tan fácil. Se deben involucrar la mayor cantidad posible de aspectos asociados a la realidad. Para ello es útil seguir los siguientes consejos:
Para conseguir una imagen realista debemos implicar a las vías nerviosas adecuadas.
1. Debemos implicar a todos los receptores sensoriales en la imaginación:
-AUDICIÓN: Ambiente, llamadas de compañeros o del entrenador, del equipamiento (motor, vela, pisadas, …)
-VISIÓN: Pista, diana, situación táctica, compañeros, flashes, …)
-OLFATO: Sudor, olor de la vestimenta, …
-TACTO: Textura del balón, de la ropa, …
-GUSTO: Lo que fuera pertinente según el deporte (agua)
-KINESIA: Sensación de movimiento, golpes, caídas, impactos, …
A la hora de imaginar tanto podemos escoger la perspectiva de primera persona, especialmente cuando se trate de notar sensaciones, como de tercera persona, como un espectador como, por ejemplo, al querer revisar algún movimiento técnico o situación en una cancha.
2. Comienzo de una práctica suave para incrementar la dificultad según se avance:
-Empezamos con 5 minutos diarios al acostarse o al levantarse
-En niveles de élite se practica durante unos 15 minutos diarios
-En situaciones de pre-competición hay deportistas que practican hasta una hora
3. Deben incrementarse paulatinamente situaciones estresantes en los episodios imaginativos.
4. Debemos conseguir una sistematización de la imaginación, de manera que ciertas características de contenido entren directamente en la escena sin demasiado esfuerzo.
Cuando un deportista domina la técnica de la imaginación, notará un incremento en su rendimiento, sobre todo a la hora de solventar problemas que aparecen durante la competición. Estos problemas ya habrán sido abordados imaginativamente y se les habrá dado una solución imaginativa, por lo que su aparición no deberá ser causa de sorpresa.
Así mismo se debe practicar (aunque no en todos los deportes es posible) imaginación que nos permita visualizar una anticipación de la ejecución. Así vemos como un saltador de altura va recorriendo la pista de salto con la vista mientras gesticula como si estuviera realizando la carrera del salto. Realiza lo que llamamos visualización, es decir, él se ve realizando el salto, de forma que en el salto real sólo tiene que repetir lo que ha visualizado. También los golfistas siguen imaginariamente el recorrido de la pelota con los ojos. Para ello se debe tener un buen dominio de las técnicas imaginativas para poder incorporar en la escena todos los elementos pertinentes. Es cuestión de práctica.
Jimmy moreno M. Actitud - Disciplina - Perseverancia
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